He invertido tanto
tiempo, energía en el dolor que cuando no lo siento me es tan
extraño que busco el dolor de nuevo. Esto me lleva a entender que he
creído el dolor como mi condición natural, la intranquilidad, la
ansiedad y las dificultades como condiciones justas y merecidas de mi
ser, de mi existencia, de mi vivir.
Si hay una causa para
esto no lo se, si debo perdonarme por algo de ello quizá, si decidí
quedarme aquí como aceptación de una identidad impuesta por un
psiquiatra de urgencias entonces NO.
Hoy digo NO, No a la
identidad impuesta, No al veneno, No al dolor como vivencia eterna,
No al negativismo y al sufrimiento como sinonimos de mi vivir.
Yo decido cantar al Rey
de Gloria, oh aleluya, elijo llorar por la majestuosa overtura
solemne 1812, por el Kanon d-dur de Pachalbel, por la sonrisa de mi
hijo, por la intencidad de un combate de jujitsu. Es claro hoy
Francisco, es claro que la libertad la conquistas tu.
Si hay pasado que traer,
traelo y llora, si hay que perdonar odia y perdona, vivelo y sigue,
si hay una mentira pon la verdad pero no mas, no sigas sufriendo por
nada, no lo mereces, no hiciste lo malo, no creaste tu nacimiento, no
fue por los demás, es por ti y para ti, eres dueño de tu vida, tu
escribes el final, el día que tus ojos se cierren es tuyo en
libertad de que viviste para ti, no para merecer de los demás.
Hoy me divorcio de mis
padres de infancia, de los que dejaron al niño. Hoy honro a los que
adopte como adulto. Hoy, antes de irme a la Virginia a enseñar la
verdad de “Yo soy segundo”, hoy vivo mas allá de lo que nadie
puede guiarme. Solo Tu puedes guiarme.
Mis pensamientos eran
cargados de negativismo, de densa oscuridad porque solo así traían
inquietud y la inquietud era la ocupación de mi corazón, llenaban
el vacío de mi existencia. Hace años cesó la risa, la alegría, el
amor y el fuego y entonces llené con el caos interno el vacío de
mis relaciones, me di algo en que ocuparme y hoy en día me privaba
de llenarme de amor, de anhelo, de expectación, de sueños y
esperanzas, de anhelos.
Como me abandonaron una y otra vez, entonces
creí que siempre sería así y hoy le di el puño a esa destrucción.
He tomado buenas y sabias decisiones y me he sostenido en ellas, soy
fuerte, soy grande, soy hombre, soy potente, contundente, soy amor e
ira, soy pasión y destrucción, soy dinamita y construcción, soy el
trueno potente que destruye el silencio de la noche y el relámpago
que divide la oscuridad y da lumbrera al extraviado. Mi nombre es
destructor que edifica. Soy el hijo del trueno que levanta muros
porque reduje mi vida al foso pero Él me sostuvo, creyó en mi y
ahora soy Suyo, Su resultado.