miércoles, 17 de octubre de 2012

¿Caminos nuevos?

1. Le pedi (mendigue) a Dios cualquier trabajo para tener algo que llevar a la casa y me dio cualquier trabajo.

2. Le pedi (mendigue un poquito menos) a Dios uno mejorcito, que tuviera que ver con mis habilidades y gustos y le hable de computadores, y eso me dio

3. Mejoró mi sueño, llegaba cansado al final del día, pero un computador se repara no se transforma en un mejor ser humano, así que empece a pensar que quizá el error estaba en la mendicidad. Pedi (mas neutral) algo mejor, mas cercano a quien soy. Enseñe inglés en un colegio de estrato 1. Pero me temblaba la ceja al ver jovenes con problemas y entonces recorde que soy trabajador social.

4. Hoy escribo desde un colegio estrato 6 donde los celulares no se "pierden" y el que lo encuentra se pone a buscar el dueño. Oficinas abiertas con portatiles sin cadena y no se pierde ninguno. Pero aqui no hay tiempo para hacer (ser) quien realmente soy. ¿Habrá forma de serlo?

Momento final. Valía, lugar para nacer de nuevo


Despertó en la cima de una montaña, aun sucio, ensangrentado y con una barba que lo hace irreconocible. Sus ojos aparentemente adentrados, sumergidos en ojeras de cansancio, perturbada mirada, imposible saber que piensa. Se repliega como un animal percibiendo el peligro, detiene su retroceso solo al sentir la fría roca tras de si. Se acurruca con una mano en guardia y la otra escarba el piso a su lado. Solo hay humedad y frío, sus mano izquierda tarda en reaccionar pero finalmente las memorias empiezan a regresar.

Prado, rocío, humedad en el suelo, el recuerdo de un lugar familiar y el aroma de una flor que dilata sus pupilas. Su corazón que late como león infartando de hambre rodeado por cazadores desacelera ante una sensación casi olvidada.

Viento apacible entra en sus latidos, es un viento frío de descanso, no es el frío de la muerte de cada día. Es el frío del rocío de un hogar distante en medida pero cercano en el afecto.

Su corazón abrazo el viento impidiéndole salir, le hizo nido en un respiro. El animal encontró paz y retozó. El paisaje era conocido, la montaña era el cerco natural de Valía. la neblina fue atravesada por el sol y su pueblo fue iluminado. Como la luz llego a su corazón, a su pueblo llegó la luz. El caballero se levantó, enderezó sus piernas y desajusto su armadura; se fue el apresto de su padre, cayeron la coraza de su abuelo y los lomos de su madre, se despidió del yelmo de su abuelo y soltó el escudo de su hermana. Quitó de su cuello las mallas de su hermano y pieza por pieza desnudo su alma, una a una cayeron de tras de si y fueron embueltas por la hierva floral. Una a una hasta quedar la espada. 

El caballero se vio sin armadura, vulnerable como nunca en su cuerpo, fortalecido por la victoria en su alma. La espada restauraba su semblante a cada paso, su brillo se restauraba, su filo silbaba en el aire de nuevo. Su espíritu respiro de nuevo, su corazón abrió sus ventanas y aire empezó a fluir. La paz ya no se iría, ahora la paz se movía en él. No mas diques, no mas cercos, no mas púas.

Al borde del risco, contemplo los rayos de luz resplandecer sobre Valía, obviamente reconstruida pero con un esplendor superior al dejado. «Es el final» dijo rompiendo el silencio de meses. Levanto la espada y su brillo se reflejo en su valle. Clavo la espada dejándola a la vista y adelante su sombra se vería en cada atardecer. Empezó su descenso a su tierra, trotando como un corcel joven, restaurándose su ser a cada paso, desapareciendo las marcas de sus ojos, borrándose las cicatrices, perdiéndose su barba, reapareciendo el tono de su cabello. No había vista del animal, no había presencia del guerrero, ni aun del caballero.

Abrazó a su pueblo y su pueblo lo abrazo en retorno. Se ve en sus ojos una agua viva, entonces un bandido asoma tras las montaña del oriente, las aguas vivas se tornan en fuego y el rugido del león atraviesa el aire, todos le rodean en paz y en guerra. El bandido deja sus atuendo, deja sus armas y deja su pasado, «escuche que aquí se puede volver a empezar» dice, las aguas vivas regresan, se une al abrazo.

Valía, el lugar para nacer de nuevo.

martes, 3 de julio de 2012

Decisión


He invertido tanto tiempo, energía en el dolor que cuando no lo siento me es tan extraño que busco el dolor de nuevo. Esto me lleva a entender que he creído el dolor como mi condición natural, la intranquilidad, la ansiedad y las dificultades como condiciones justas y merecidas de mi ser, de mi existencia, de mi vivir.

Si hay una causa para esto no lo se, si debo perdonarme por algo de ello quizá, si decidí quedarme aquí como aceptación de una identidad impuesta por un psiquiatra de urgencias entonces NO.

Hoy digo NO, No a la identidad impuesta, No al veneno, No al dolor como vivencia eterna, No al negativismo y al sufrimiento como sinonimos de mi vivir.

Yo decido cantar al Rey de Gloria, oh aleluya, elijo llorar por la majestuosa overtura solemne 1812, por el Kanon d-dur de Pachalbel, por la sonrisa de mi hijo, por la intencidad de un combate de jujitsu. Es claro hoy Francisco, es claro que la libertad la conquistas tu.

Si hay pasado que traer, traelo y llora, si hay que perdonar odia y perdona, vivelo y sigue, si hay una mentira pon la verdad pero no mas, no sigas sufriendo por nada, no lo mereces, no hiciste lo malo, no creaste tu nacimiento, no fue por los demás, es por ti y para ti, eres dueño de tu vida, tu escribes el final, el día que tus ojos se cierren es tuyo en libertad de que viviste para ti, no para merecer de los demás.

Hoy me divorcio de mis padres de infancia, de los que dejaron al niño. Hoy honro a los que adopte como adulto. Hoy, antes de irme a la Virginia a enseñar la verdad de “Yo soy segundo”, hoy vivo mas allá de lo que nadie puede guiarme. Solo Tu puedes guiarme.

Mis pensamientos eran cargados de negativismo, de densa oscuridad porque solo así traían inquietud y la inquietud era la ocupación de mi corazón, llenaban el vacío de mi existencia. Hace años cesó la risa, la alegría, el amor y el fuego y entonces llené con el caos interno el vacío de mis relaciones, me di algo en que ocuparme y hoy en día me privaba de llenarme de amor, de anhelo, de expectación, de sueños y esperanzas, de anhelos. 

Como me abandonaron una y otra vez, entonces creí que siempre sería así y hoy le di el puño a esa destrucción. He tomado buenas y sabias decisiones y me he sostenido en ellas, soy fuerte, soy grande, soy hombre, soy potente, contundente, soy amor e ira, soy pasión y destrucción, soy dinamita y construcción, soy el trueno potente que destruye el silencio de la noche y el relámpago que divide la oscuridad y da lumbrera al extraviado. Mi nombre es destructor que edifica. Soy el hijo del trueno que levanta muros porque reduje mi vida al foso pero Él me sostuvo, creyó en mi y ahora soy Suyo, Su resultado.